Este encuentro by Corín Tellado

Este encuentro by Corín Tellado

autor:Corín Tellado [Tellado, Corín]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 1978-01-01T00:00:00+00:00


VIII

Brian acababa de llegar cuando Benton estaba en el debate con su equipo.

Tenía todo el cuadro radiológico delante y los análisis puestos en el tablero.

Todos estaban algo confusos y mudos.

Hablaba Benton con voz ronca y baja.

Contenida su ira y su desconcierto.

Brian entró sacudiendo la chaqueta.

Miró a un lado y a otro.

—¿Pasa algo, Benton?

Contestó Jerry por él.

—La enferma que nos ocupa ahora y que pensábamos abrir esta mañana, dice que nones.

—¿Cómo?

—Que no. Que no quiere operarse. Que ya sabe, porque lista es bastante, lo que le ocurre y le ha dicho a Benton que no se opera y sigue exigiendo que no se le hable a sus padres del asunto.

—¿No tiene marido? —preguntó Brian asombrado.

Contestó Benton por los demás.

—Es divorciada.

—A los veinticuatro años.

—Tiene menos —dijo Benton de mala gana—. Uno menos. Lo vi en el gráfico esta mañana.

Brian los miró a todos desconcertado.

—¿Quién le ha dicho que tiene que operarse?

—Yo y a medias. Entendió todo lo que yo me dejaba bajo la lengua. No quiere operarse. Dice que de morir prefiere hacerlo así.

—Eso es una locura soberana. He pensado en ello toda esta madrugada, y sigo opinando que es benigno.

Benton le miró desconsolado.

—¿Y si te equivocas y es maligno? ¿Qué queda que hacer? Abrir y cerrar y dejarle que se muera… Ella sabe eso.

—No tiene nadie derecho a quedarse así. La vida es lo que importa, ¿no? Hay que hacer lo posible y lo imposible por salvar esa vida. ¿No se da cuenta ella de eso?

Benton dio una patada en el suelo.

—Se me antoja que es como esto —y golpeó de nuevo el suelo.

Brian se desconcertó aún más.

Sacó las gafas del bolsillo y se acercó de nuevo al cuadro radiológico.

Lo miró todo con suma atención, no sin dejar de decir:

—Alguna forma habrá para convencerla. No entiendo por qué esa terquedad. Por otra parte, yo no estoy seguro de nada. Si me apuran mucho diría que esto es benigno, pero tampoco puedo asegurarlo. De todos modos no lo sabremos mientras no abramos y practiquemos la biopsia. Como es habitual en estos casos debe hacerse sobre la marcha y una vez en nuestro poder el rápido resultado, continuar extirpando.

Benton se le acercó y le puso una mano en el hombro.

—Si la biopsia es positiva, no podremos extirpar nada, Brian. ¿No has pensado en ello?

—Lo estoy pensando, sí.

—Pues ella lo pensó antes que nosotros. Está sola demasiado tiempo y es lógico que lo haya pensado.

—De todos modos —insistió Brian nervioso y molesto— no hay tiempo que perder. Será mejor que le hables con más claridad, Benton. Vuelve a verla y díselo.

De súbito, con las gafas caladas, se acercó de nuevo a los análisis.

Lo primero con lo que tropezaron su ojos fue con un nombre.

Quedó tenso.

Giró la cabeza y los miró a todos que parecían mudos absortos y desconcertados.

—¿Es… este su nombre? Yootha…

Lo repitió como si de su boca saliera un prolongado suspiro.

Como si mascara las palabras.

Como si de repente toda su atención estuviera en aquel nombre.

—Pues sí. Se llama así.

Brian se quitó las gafas con precipitación.



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